¿Qué es lo que conduce al cambio?
En muchos ámbitos, las normas, actitudes y prácticas discriminatorias han demostrado ser resistentes al cambio. Los avances han sido frágiles y los retrocesos, frecuentes. Es necesario redoblar esfuerzos para abordar las principales causas que perpetúan la desigualdad de género. En el escenario mundial, a esto se le denomina cambio transformacional.
La transformación social duradera que promueve los derechos de la mujer y la igualdad de género a nivel local, nacional y mundial se produce simultáneamente en varias dimensiones. El Plan de Acción identifica tres categorías de impulsores del cambio transformacional:
- Marcos normativos , leyes , estructuras e instituciones Las normas, los marcos adoptados a nivel mundial, la aplicación de la legislación nacional y el fortalecimiento de las instituciones que promueven los derechos de la mujer y la igualdad de género son importantes impulsores del cambio. A nivel mundial, esto comporta participar en las negociaciones de los foros multilaterales en que se elaboran las convenciones y resoluciones. Implica, además, apoyar a los actores regionales, nacionales y locales dedicados a promulgar leyes y políticas nacionales que fomenten la igualdad de género y garanticen la igualdad de oportunidades para todas las personas. Con frecuencia, esto implica la modificación de la legislación discriminatoria, la introducción de leyes protectoras de mujer y una reglamentación que facilite el acceso a los recursos. Principios similares se aplican a la reforma de las instituciones públicas y otras estructuras formales que ejercen y perpetúan el poder, así como a las leyes y prácticas que discriminan u obstaculizan la igualdad de determinados grupos debido a su orientación sexual o identidad de género. En otros casos, se trata de garantizar la aplicación práctica de la legislación aprobada. Esto incluye además las políticas públicas de acceso a servicios y prestaciones que favorecen la igualdad de género o facilitan el ejercicio de los derechos humanos de las mujeres, ofreciendo igualdad de oportunidades en áreas tales como educación, salud y empleo.
- Dinámicas de poder Las actitudes y prácticas de las personas que ocupan posiciones de poder desempeñan un papel en la promoción de la igualdad de género y la realización de los derechos de la mujer. Son, también, importantes impulsores del cambio. Esto se aplica a actitudes y prácticas evidentes en las dinámicas interpersonales entre parejas y miembros de la familia que comparten el hogar, en las comunidades locales y las redes sociales. Es igualmente relevante en entornos más formales, como las interacciones entre directivos y empleados en el lugar de trabajo, o entre líderes de organizaciones tradicionales y religiosas y sus miembros, así como en otras esferas de la sociedad. De lo que se trata es de abordar la dinámica de las relaciones entre niñas y mujeres y las personas que desempeñan el papel definitivo y tienen poder de decisión.
- La capacidad y poder de decisión de las mujeres . La capacidad- tanto individual como colectiva - de las mujeres para tomar decisiones, actuar y ejercer influencia es uno de los principales impulsores del cambio. La capacidad de decisión individual de las mujeres implica el derecho a tomar decisiones independientes, tener autonomía corporal, poseer activos y ocupar cargos y puestos de trabajo a nivel local, nacional y mundial. También incluye la libertad de expresión y de participación en la defensa de los derechos humanos. Para ello es necesario que las mujeres posean el conocimiento, la capacidad y los recursos necesarios para actuar, liderar e influir en la toma de decisiones.
Noruega basará en este enfoque transformador la manera en que contribuirá al cambio en las cinco áreas prioritarias del Plan de Acción. Trabajaremos de manera sistemática para dar importancia a las tres dimensiones mencionadas anteriormente en cada una de las áreas prioritarias y en los ámbitos de intervención correspondientes. Contribuiremos allí donde nuestra participación tenga el mayor valor añadido.